Por Míchel Jorge Millares //
Durante varios años (1985-92), en mis comienzos de periodista, trabajé como ‘redactor de Cabildo’ para el periódico La Provincia. Fue durante la época de Carmelo Artiles Bolaños como presidente. Siendo también consejeros Carmelo Padrón, Alfonso Armas Ayala, Camilo Sánchez, Macías, Lezcano… fueron personas a quienes recuerdo de forma entrañable. Una época, por otra parte, de escasa representación femenina en aquellas Corporaciones.
Entre plenos, comisiones informativas y visitas, me presenté, y fui uno de los premiados, al concurso periodístico en el 75 aniversario de la Ley de Cabildos, en 1987, con un artículo sobre la historia de sus presidentes desde 1913, un trabajo que quedó muy bien, a pesar de las muchas lagunas que encontré y en las que me orientó el profesor Manuel Ramírez Muñoz, quien publicaría, en 1995, su obra sobre la historia de la institución, desde su creación hasta la Guerra Civil. Un trabajo que muestra cómo se hizo realidad el Gobierno-isla, tras un larguísimo periodo de ciudad-isla, dependiente de la provincia única con capital en Santa Cruz. Pero Manuel Ramírez, además de gran investigador, puso también alas a la historia de la aviación en Gran Canaria, con su libro ‘Aves de paso’. Ramírez, junto a los profesores Bethencourt Massieu, Guillermo Morales o González Molina me animaron a indagar en la historia del turismo, ya que por aquellos años escribiría mi primera guía turística sobre Gran Canaria, para El País Aguilar.
Y cuento esto porque me incorporo como periodista en el Gabinete de Comunicación de la Corporación Insular, debido a la marcha de Fátima Martín Montesdeoca y Gregorio Cabrera, a quienes conocí cuando realizaron sus prácticas de verano en La Provincia. Fátima ha estado 6 años al frente de esa tarea, con un extraordinario trabajo de información de servicio público, incluyendo momentos dramáticos para la isla, en los que el fuego arrasó lugares emblemáticos y amenazó con una imparable devastación (si a todos nos afecta, imaginen vivirlo en primera persona). Esos sitios donde la naturaleza mantenía algunos reductos de flora, o eran el esfuerzo de repoblación, también los recorrí como ‘redactor de Cabildo’. Las visitas a Osorio, Tirma… adquisiciones que convirtieron al Cabildo en el mayor propietario de la isla. ‘Reverdecer Gran Canaria’ se impuso como lema por Artiles, continuando la labor que con más constancia ha desarrollado el Cabildo desde la etapa de Matías Vega Guerra, Diaz-Bertrana… y los técnicos Nogales, Hidalgo y O’Shanahan… El paisaje actual de las cumbres es un legado del Cabildo, de la isla.
Pero son tantas y tan importantes las áreas de gestión, los servicios e instalaciones que ofrece esta institución, que el conocimiento de esta realidad debe ser constante para que pueda llegar a toda la comunidad insular, aunque el día a día imponga la urgencia y sitúe en un segundo plano la planificación de la isla, que es pieza fundamental de esta organización.
Y es que un Cabildo tiene muchas vertientes, la gestión de los intereses comunes; la representación política, con un Gobierno surgido de las urnas, en este caso con 29 representantes de seis organizaciones políticas que conforman el Pleno; y la administrativa, con un equipo humano numeroso, con más de 1000 trabajadores. Además, el de Gran Canaria tiene 6 organismos autónomos (Valora, Deportes, IASS, Turismo…); 3 sociedades (Spegc, Sogetec, CAAM); 5 fundaciones; y 7 entes, consorcios (Emergencias)… El último en sumarse es el Instituto de la Reserva de la Biosfera y Risco Caído. Su centenaria historia nos cuenta la vida de la isla en el período de mayor crecimiento y transformación, siendo el Cabildo uno de sus artífices principales.
La situación de pandemia ha trastocado nuestras vidas. En el ámbito del Cabildo, todo requiere un mayor esfuerzo. La comunicación también, para mostrar qué, cómo, cuándo y dónde está el Cabildo e cada rincón de la isla.
Un trabajo ilusionante, como grancanario, al poder colaborar en una de sus instituciones emblemáticas para lograr un futuro mejor que «nunca está conseguido, lo tenemos que hacer desde el presente». (César Manrique).