Patrimonio Cultural finaliza la primera fase del inventario de Arte Flamenco bajo la dirección de Matías Díaz Padrón


Las islas cuentan con una de las colecciones de los siglos XVI y XVII, el Renacimiento Nórdico, de mayor calidad en el mundo

Se han localizado las tablas que en su día componían el retablo de Nª Señora de los Remedios, de finales del siglo XVI, actualmente repartidas en tres iglesias

La Dirección General de Patrimonio Cultural ha concluido la primera fase del inventario actualizado de Arte Flamenco, que incluye a las islas de Gran Canaria y Tenerife, un proyecto de investigación dirigido por uno de los mejores especialistas de pintura flamenca reconocido internacionalmente, Matías Díaz Padrón,  junto con la experta Marta Pérez de Guzmán y la documentación gráfica de Roberto de Armas.

Como a menudo comenta Matías Díaz Padrón, «es increíble que unas Islas al lado de África hayan tenido una serie de obras flamencas de los siglos XVI y XVII en sus iglesias, conventos y casas señoriales. Resulta sorprendente porque es una ruta que se mueve al margen de la Península. Existe una línea de contacto con Brujas, Amberes y Flandes que llega a nosotros de una manera directa. Pero lo más asombroso es que estas obras sean de gran calidad».

A lo largo de más de dos meses se ha elaborado un estudio minucioso de las obras flamencas dispersas en Gran Canaria y Tenerife, realizando un estudio completo con rigor científico y la técnica fotográfica más innovadora, «una ventana a la historia, a los valores, sentimientos y emociones de una época que nos da las claves para entender quiénes somos. Un estudio de nuestro patrimonio que continuará en una segunda fase en las islas de la La Palma, La Gomera, Fuerteventura y Lanzarote, completando un diagnóstico actualizado y riguroso que sirve, entre otras cosas, para dar a conocer todas estas obras de valor incalculable que pronto pasarán a formar parte del Sistema de Información LAVA, inventario general digitalizado de bienes patrimoniales de Canarias, de acceso público, desarrollado por el Gobierno de Canarias», indica Miguel Ángel Clavijo.

En esta primera fase se han llevado a cabo 220 visitas, examinando 260 obras. Al respecto, Marta Pérez de Guzmán explica que «normalmente se dice que las piezas que conservamos en Canarias fueron producto de intercambio del azúcar y el vino, bienes muy apreciados en Europa y de origen canario. Sin embargo, no fue solo eso, la calidad y excepción de las obras en Canarias se alejan de las habituales en otros lugares, de peor calidad, que sirvieron para el trueque. Las pinturas y esculturas conservadas en Canarias nos hablan de una élite isleña especialmente culta y de muy buen gusto».

Sin embargo, son muchas las piezas que se han perdido a lo largo de los años en ataques piratas o, recientemente, a causa de robos, ventas ilegales o incendios. La falta de conocimiento también ha permitido la ruina o pérdida de obras irrepetibles.

Esta es la primera vez que se lleva a cabo en Canarias un inventario con criterios de investigación unificados y con fotografías de alta calidad. «Es de vital importancia para nuestro patrimonio porque, al mismo tiempo que inventariamos, hacemos un reconocimiento del estado de conservación, circunstancias ambientales y seguridad que servirán para preservar este importante legado para las futuras generaciones» comenta Pérez de Guzmán. También, está sirviendo para estudiar obra hasta ahora desconocida o que sus propietarios desconocen su valor, «por lo que realizo un llamamiento a los particulares que tengan obra flamenca o sospechen que la tengan para formar parte del inventario y sean estudiadas».

Gracias a la fotografía profesional de alta calidad, firmada por Roberto de Armas, y a estudios emprendidos, se están descubriendo pinturas desconocidas hasta ahora, detalles curiosos apenas apreciables al ojo sin manipular la obra o rastros de restauraciones anteriores, algunas poco afortunadas, que serían imposibles de detectar si no es en un laboratorio. Por ejemplo, se han localizado todas las tablas que en su día componían el retablo de Nuestra Señora de los Remedios, encargado por D. Pedro Mazuelos a finales del siglo XVI, actualmente repartidas en tres iglesias diferentes. Matías Díaz Padrón fue el primero que atribuyó la autoría de este retablo a Hendrick van Balen. pintor importantísimo de Amberes que fue compañero de Rubens y maestro de Van Dyck, influyendo mucho en su pintura.

Los especialistas belgas que hasta ahora han visto parte del trabajo, «están asombrados de la excepcionalidad de las pinturas y esculturas que conservamos en Canarias y están a la expectativa del resultado final. Este inventario será fundamental para estudiar y conservar nuestro patrimonio, para dar a conocer este importante legado y contribuir a situar a Canarias en la élite de los territorios culturales de Arte Flamenco», concluye Miguel Ángel Clavijo.

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