José Antonio Cabrera. ASSOPRESS
El templo aborigen de Risco Caído y las Montañas Sagradas de Gran Canaria han sido designadas como la candidatura española a Patrimonio Mundial de la Unesco en la octogésima reunión del Consejo nacional de Patrimonio Histórico, cuyos componentes tuvieron ocasión de maravillarse con este prodigio creado por los antiguos pobladores de la Isla para marcar los equinoccios y los solsticios.
El presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, y el director general de Cultura del Gobierno canario, Miguel Ángel Clavijo, no ocultaron su enorme satisfacción al conocer la noticia de esta esperada designación. Y es que este paso es fundamental para que este conjunto paisajístico y arqueológico prosiga su camino hacia los dos pasos que le quedan para obtener la mayor distinción mundial como legado de la humanidad: la visita de los inspectores de la Unesco y la gran final de 2019.
Integrado por sesenta representantes del Ministerio de Cultura, las unidades de Patrimonio Histórico de la Guardia Civil y la Policía Nacional y de las autonomías españolas, el encuentro fue inaugurado por el secretario de Estado de Cultura, Fernando Benzo, quien ya avanzó las grandes posibilidades de Gran Canaria y el magnífico trabajo técnico que respalda la propuesta.
Cómo los aborígenes, una población aislada del mundo, pudo alcanzar los conocimientos astronómicos que le permitieron controlar la luz del sol y la luna para introducirla en una cueva y convertirla en marcador de estaciones, es uno de los grandes misterios de este extraordinario almogarén que sigue desvelando secretos a los investigadores insulares, nacionales e internacionales que lo han estudiado.
En marzo la luz del alba entra en su interior y fecunda la tierra, representada por triángulos púbicos, y recorre la pared para formar una secuencia en su recorrido hasta el ocaso. Y así cada día hasta octubre, momento en el que deja de entrar los rayos de sol y entra la luz de la luna.
Los expertos han concluido que este templo no tiene igual en las 100.000 islas del planeta y, además, es el lugar del mundo con mayor concentración de triángulos púbicos rupestres del globo, herencia de la sociedad matriarcal de los aborígenes canarios.