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David Gilmour cautivó al público chileno con clásicos de Pink Floyd

CHILE MÚSICA | 21 de diciembre de 2015

El músico británico David Gilmour en el concierto celebrado este domingo en el estadio Nacional Julio Martínez de Santiago (Chile).

Santiago de Chile, 21 nov (EFE).- El exguitarrista de Pink Floyd, David Gilmour cautivó la noche del domingo y madrugada del lunes a Santiago de Chile, en un concierto de casi tres horas en el Estadio Nacional de Santiago, que recordó los mejores años de una de las banda más influyente de rock en la historia.

Cuatro minutos antes de lo previsto se oscureció por completo el complejo deportivo más importante de Chile, para que sólo las luces de los celulares presentes, acompañaran la salida al escenario de Gilmour.

"5 A.M", y la canción que le da el nombre a su último disco, y a la gira, "Rattle That Lock" arrancaron la presentación del exmúsico de Pink Floyd.

Una pantalla circular situada al centro del escenario, apoyó con vídeos y fuertes cambios de luces la presentación, que fue catalogada por los asistentes como íntima, ya que a diferencia de otros conciertos de exintegrantes de Pink Floyd, se prefirió la austeridad.

Gilmour, que apareció enfocado en la pantalla gigante recién en la tercera canción interpretada; "Faces of Stone", también de su último y cuarta grabación como solista, desató la ovación general del público asistente.

El concierto no dio tiempo para contener la nostalgia ni emoción de las clásicas interpretaciones de rock, ya que rápidamente sonó el himno de Pink Floyd, "Wish You Were Here", del disco del mismo nombre de 1975, que fue coreada por los asistente que pagaron altas cifras de dinero por asistir.

La canción, de uno de los disco considerados por expertos en música fundamentales en el rock progresivo, sonó como en los mejores años de la banda que era liderada por Gilmour junto al guitarrista, Roger Waters

El inglés fue acompañado por el destacado músico y productor, exintegrante de Roxy Music, Phil Manzanera, ambos lograron un sonido perfecto y armónico, muy poco común en los conciertos de rock actuales, pero que funcionó en el estadio chileno que en lo últimos años ha recibido artistas como Iron Maiden, Madonna y su colega Waters.

El exvocalista de pink Floyd cerró en Chile su gira latinoamericana, tras su paso por Argentina y Brasil, que celebró el lanzamiento de su disco "Rattle that lock".

El lleno total del Estadio Nacional, el recinto deportivo más importante en el país austral no es casualidad.

Muchos son los mitos que han nacido en torno a la banda inglesa y el país austral, tales como que durante de dictadura de Augusto Pinochet, Pink Floyd se iba a presentar en el Valle de la Luna, una localidad desértica localizada al norte de Chile, y así imitar lo que hizo cuando tocó en vivo en el histórico anfiteatro de Pompeya en 1971.

Pese a que en una radio local Gilmour confesó no conocer mucho sobre Chile, lo que no es un mito, es que el inglés junto al destacado cineasta y escritor chileno, Alejandro Jodorowsky iban a grabar una película con la actuación de Salvador Dalí, proyecto que no prosperó.

Esa conexión, directa o no, se notó en el público que también agradeció las canciones de solista de Gilmour, como The Blue , de su tercer disco "On an Island" de 1984.

Antes del descanso de casi 20 minutos que tomó el inglés, interpretó el reconocido himno al consumismo, del disco "The Dark Side of the Moon", de 1973, Money.

La canción se extendió más de normal, a causa de los impresionantes solos de guitarra de Gilmour y el solo de bajo den Guy Pratt, quien reemplazó en las cuatro cuerdas en Pink Floyd a Waters.

Después del descanso, la locura se desató con la alucinógena, "Astronomy Domine", también de su exbanda, que se ilustró en el escenario con un impresionante juego de luces.

La canción fue seguida por "Shine on you Crazy Diamond", la interpretación de 4 partes que fue ovacionada por los asistentes que gritaban "Gilmour, Gilomour", al ritmo de los estadios de fútbol sudamericano.

Durante el concierto se escuchó silencios muy poco comunes en un público de rock, pero estos fueron a causa del respeto los asistentes a la hora de escuchar las impresionantes interpretaciones del guitarrista inglés.

También destacó la gran cantidad de padres y madres con sus hijos, dejando en evidencia que la música, y sobretodo el rock , se hereda.

Manzanera, agradeció al público chileno con un claro español, que dejó en evidencia sus raíces latinas, ya que su madre es colombiana, y ha participado en proyecto de bandas argentinas.

Gilmour cerró el concierto con los clásicos de Pink Floyd, Time, Breathe y la balada que sacó una que otra lágrima entre los asistentes, Comfortably Numb.

Con ese concierto en Santiago de Chile, el inglés cerró su gira, y desde el rincón austral del mundo, dejó en evidencia que el rock progresivo no ha muerto.

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